2007-07-20



Su olor a orín llegó mucho antes que él.

Me dijo: "qué onda, güero".

Intentó hacer el saludo ese de acariciarme la palma y luego chocar los puños.

Fingí no entender.

Después me pidió 5 pesos.

Después insistió.

3 palabras me taladraban el cerebro recurrentemente: "bajo ninguna circunstancia".

No hay comentarios.: