Originalmente les decían: “paralíticos”.
Luego se entendió que la palabra era, además de chocante, inapropiada, entonces se empezó a decir “lisiado”.
Y como en todo, con el afán de mejora permanente, vino luego una seguidilla de términos que se fueron sucediendo así:
- “inválido”El jueves pasado, en una entrevista por TV a un licenciado que hablaba sobre el tema de la discriminación a las personas con este tipo de problemas, el entrevistado, en su afán por mantenerse políticamente correcto, se refirió a ellos como “personas con discapacidades diferentes”.
- “minusválido”
- “discapacitado”
- “persona con capacidades diferentes”
No podemos juzgarlo, realmente está fácil confundirse, ¡sobre todo con el nervio de la entrevista por TV!
Para su información: la nueva es “personas con capacidades no aparentes”.
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1 comentario:
Detrás de lo políticamente correcto, sospecho, hay sobre todo una cuestión con la propia conciencia más que sobre cómo nombrar al otro.
Wellcome back, baby.
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