2008-08-29
- Qué divertido – observó alguien -. Tu hermana nunca dice “sí”, siempre dice “bueno”.
En ese momento sentí una culpa muy grande. Durante nuestra infancia (hace 30 años) íbamos a la casa de nuestra amiga Carola y, a menudo, su madre preparaba un strudel exquisito. Ella nos preguntaba si queríamos, y mi hermana decía “sí”. Yo le reprochaba: “no digas ‘sí’, pareces una muerta de hambre. Mejor di ‘bueno’ “.
Hay daños irreversibles.
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