2008-09-01



- ¿Cuánto pesará ese animal? – le preguntó la vieja al viejo, sentados en la puerta de su casa, cuando un perro chihuahueño pasó frente a ellos.
El viejo ni se molestó en girar la cabeza. Sólo se encogió de hombros. Nada podía importarle menos. Ella se enfadó: estaban allí todo el tiempo, ya sin nada de qué hablar, ella tratando de inventar temas y él rehuyendo. Lo miró con fiereza y le reprochó:
- Es una pregunta muy simple.

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