Estaban recordando la anécdota del nacimiento de la bebé de una amiga en común. Cuando la madre la amamantó por primera vez, al despegarse, vio que la niña tenía sangre en la boca y llamó a las enfermeras que vinieron corriendo para ver si se trataba de algún tipo de hemorragia. Entonces descubrieron que lo que en realidad había sucedido era que la niña había nacido con unos pequeños dientes y la sangre correspondía a la teta de la madre (la niña había estado masticándola).
Relatado por Mati Obregón, Buenos Aires, mayo 2009
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