Miré hacia el techo abovedado de la iglesia. Los bellísimos frescos no conseguían distraerme ni quitar de mi vista el foco de bajo consumo que tenían colgando del centro de la cúpula. ¿Era un acto consciente de austeridad ejemplar? ¿O la miseria remanente de un hermoso candelabro que ya dejó de existir en ese espacio?
Tepoztlán, Morelos, México, noviembre 2009
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