Tuve que usar el baño por una emergencia gastrointestinal y descubrí que, del lado interior de la puerta, había un asientito para que, en caso de que uno venga con un niño, pueda sentarlo allí para poder cagar con comodidad.
Mi pregunta es: ¿podría ese niño, cuando crezca, quejarse a Derechos Humanos o a la UNICEF por el macabro espectáculo que acaba de presenciar?
Baño del patio de comidas, Plaza Reforma, Reforma 222,
Ciudad de México, junio 5, 2010
Ciudad de México, junio 5, 2010
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