Tú eres el queso de mis macarrones
el horizonte de mi cielo
el tocino de mis huevos
el lazo de mis zapatos
la mermelada de mi mantequilla de maní
la sonrisa de mi cara
la salsita de mi puré
las burbujas de mi baño
la leche de mi galletita
la tinta de mi pluma
el ketchup de mis papas fritas
el agua de mi océano
la cobertura de mi pastelito
No voy a criticar calidad poética, ni el abuso de ‘lugares comunes’… Aquí hay un problema semántico de base: la estructura escogida consiste en una enumeración que utiliza, en cada verso, pares de elementos que son de naturaleza distinta pero que se complementan mutuamente en un contexto sociocultural. A saber: el queso y los macarrones existen independientemente, pero se complementan o potencian, lo mismo el huevo y el tocino, o la cara y la sonrisa. Pero… ¿el agua y el océano? Muy mal pensado… el océano no existe sin el agua, no es que el agua lo complete. ¡Tache! Siéntese y corrija su poema. Si no, no se lo imprimo en madera ni se lo dejo colgar o apoyar en la pared.
Revista SkyMall, American Airlines, noviembre 2010
1 comentario:
Ni cielo azul ni abismo profundo...
pero ¡la mantequilla con miel sobre un pan de trigo molido...!
Eso es único.
y tú.
Por Dios, me cai!
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