A la entrada del pueblo
algún engendro hizo crecer un cubo deforme:
casa para uno.
Lo cortó en cuartitos
y clonó la cosa.
La parcela se cubrió del panal tóxico
donde crecen avispas de la desdicha […]
del libro “Del amor y otros paisajes”, Premalata Matesanz, 2007
No hay comentarios.:
Publicar un comentario