foto:Máximo
González
Me enferman
los baños que tienen iluminación automática por sensor de movimiento. Uno está sentado cagando y, de repente, la
luz se va. Uno levanta una mano, las
dos, pero no es sino hasta que hace un movimiento exagerado que la luz vuelve
(a veces hay que cerrar y abrir la puerta del cubículo porque el radio del
sensor de movimiento no alcanza a ver que, detrás de ella, hay una persona que
baila con los pantalones en los tobillos y el culo sucio).
Cualquier
parte, en estos días
No hay comentarios.:
Publicar un comentario