Uno de los marajás de Jaipur, en el pasado, debía viajar a
Inglaterra. Cuando se enteró que en el
Támesis se dejaba caer sangre de vacas sacrificadas para el consumo, decidió
que el agua estaba impura entonces él debía cargar su propia agua desde la
india. Mandó entonces a fundir más de 4,000 monedas de plata para forjar este
cántaro, en el cual llevaría su propia agua.
De haber sabido que iba a ser tan difícil conseguir bebidas alcohólicas en ciertas regiones de la India, yo me hubiera mandado hacer mis propios cántaros para traer tequila desde México.
Jaipur, Rajastan, India, noviembre 2013
No hay comentarios.:
Publicar un comentario