El gimnasio
al que acostumbraba ir ha cambiado de nombre. No sólo eso: han hecho algunas mejoras muy
estudiadas. Han renovado y embellecido
aquellos lugares donde la vista se posa más frecuentemente. Por ejemplo: adonde mira la gente cuando está
en las caminadoras, el reloj donde la gente controla el paso del tiempo, la
primera pared que se ve al entrar al vestuario, entre otras. Eso les permite hacer MUY visibles los contados
cambios que suceden.
Una de las
modificaciones que me llamó la atención fue esta pared, donde ponen la imagen
de un joven entrenando al estilo antiguo griego en olimpíada, generando un
clima como de templo, donde se yergue la figura a venerar, el cielo al que
anhelamos, y no quedan dudas de que hemos venido hasta aquí, si no es a sudar
el culo, por lo menos a poner nuestro diezmo.
Fitness
Express, Centro Histórico, Ciudad de México, diciembre 2013
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