En mis
épocas de secundaria, en Buenos Aires, un chiste muy común entre los
adolescentes era que, cuando uno se acercaba a otro en actitud de darle la
mano, el otro emitía un silbido y amagaba que te iba a agarrar los huevos
(entonces uno, sorprendido, hacía el culo pa’trás). Jamás imaginé que en Asia fuera éste un gesto
popular para recibir al turista.
Viena,
Austria, marzo 2014
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