La primera
sensación, al venir caminando, fue que un pedazo del piso del balcón se había
caído, y por eso quedaba el extremo del barandal flotando. Miré bien y entendí que era una propuesta
arquitectónica moderna; quién sabe el objetivo real, en vista de que el balcón
ya contaba con un barandal y, en el extremo que se proyecta hacia afuera, ni
siquiera de refuerzo sirve el agregado.
Cuando hube
terminado de pasar frente a la fachada, me di vuelta para contemplar los
acabados de lujo: el barandal adicional funcionaba como un elemento difuminador
de los diferentes cables y alambres de púa que se congregaban para adornar el
mismo balcón. Gran técnica distractora.
Xalapa,
Veracruz, abril 2015
No hay comentarios.:
Publicar un comentario