Me senté un
momento en el banco de la plaza de mi barrio natal. Quería ver cómo se sentía mirar las cosas con
la paz que me sentaba a verlas antes.
Pero lo único que hacía era advertir los vestigios del progreso que,
lejos de dejarme disfrutar, me obligaban a juzgar el paso del tiempo.
Barrio
River, Buenos Aires, abril 2015
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