Mi padre me
señaló lo importante que es la entonación de las palabras, y cómo la entonación
es independiente de la puntuación.
Por
ejemplo:
“yo nunca
dije que él robó”
Puede ser
interpretado de diferentes maneras según dónde se ponga el énfasis:
“yo nunca dije que él robó” – o sea, lo
dijo otro
“yo nunca dije que él robó” – o sea, jamás
“yo nunca dije que él robó” – o sea, quizá lo
escribí, o lo sugerí, pero no lo dije
“yo nunca
dije que él robó” – o sea, sí hablé,
pero inculpé a otras personas
“yo nunca
dije que él robó” – o sea, yo lo
acusé, pero no dije que había robado
Si antes de
poner en juego los signos de puntuación, una frase puede tener tantas
acepciones, está claro que la comunicación escrita es un arma de 74 filos.
Buenos
Aires, febrero 2015
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