¿Tan jodido
está el mercado local de pintores que no pudieron conseguir uno que supiera
trabajar el efecto ‘pliegue’ ni el efecto ‘humo’? Lo peor no es que el artista no consiguió el
efecto, sino que decidieron que la obra comisionada debía convertirse en un
mural-homenaje. Este caso es más serio
que el de la arrocería alicantina…
2016-01-05
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