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-    Vamos a dejar la ventana como está – le dijo el arquitecto al albañil, con tono de “tú no te preocupes que nosotros vinimos para hacerte la vida más fácil” -, sólo que queremos ponerla más arriba, correrla hacia afuera, y darla vuelta.

Cuando el albañil pensó que, a pesar de la complejidad, estaba entendiendo, el arquitecto agregó:

-    Por “darla vuelta” no me refiero a que la vamos a poner de cabeza, sino que en vez de abrir hacia adentro ahora tiene que abrir hacia afuera.

El albañil todavía se pregunta a qué se refería cuando dijo que “la vamos a dejar como está”.

Alicante, junio 2016