Guillermina (8 años) está de visita en casa de Mar (7).
Mar vive de domingo a miércoles con su mamá, y de jueves a sábado con su papá.
Además, el papá de Mar vive con su novia
Esta noche, Guillermina está conociendo a Mar por primera vez, y está un poco confundida por la constitución familiar. No entiende mucho que Mar le platique de la casa de ‘su mamá’, y de la casa de ‘su papá’, cuando para ella la casa de su papá y su mamá es la misma, y que la señora tan simpática que está sentada a la mesa junto a su papá, no sea la mamá de Mar.
Guillermina pregunta:
- ¿Por qué los papás de Mar no viven juntos?
- Porque no, Guille – dice la mamá, ruborizándose incipientemente ante lo advenedizo -. Vos sabés cómo es esto…
- ¿Qué?
- ¿Cómo “qué”? Si vos tenés amigas que tienen papás separados…
- No.
- ¿Cómo que no? ¿No te acordás? – la mamá, acorralada, mira a los anfitriones.
- No. ¿Quién?
- Bueno… este… mmmmhh… eehhh…¡Marijó!
- ¿Marijó? ¿Quién es Marijó?
3 comentarios:
Vaya negación si las hay!
En mi entorno viví algo parecido y la niña aún no entiende bien cómo son las relaciones "familiares".
Besos
La logicas de los grandes es muy ilógica
La lógica no: el pudor social de los grandes es absurdo. Cuánto más sencillo explicar que intentar escurrir el bulto.
La indiscreción de los niños es la naturalidad que los hace mágicos. El problema no es su voz, ni la situación, sino nuestros tabúes.
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