Mientras bajamos del auto muy apurados, él nos pregunta:
- ¿De dónde son?
- De Argentina – responde Soledad, bien pronta.
- ¿Todos?
- Sí, todos.
- ¿De qué ciudad? – insiste el taxista.
- De Buenos Aires. Todos – concluye Soledad.
Ya al partir el auto, Soledad me comenta:
- Si nos poníamos a explicarle no nos íbamos más. Tuve que mentirle a mansalva.
Ixtapa, 1/1/2006
3 comentarios:
Congruente desición cuando hay tanta prisa o cuando ni la hay.
A veces es mejor una mentira simple, no siempre hay que socializar con todo el mundo...
Sole es una genia... podian pasar el dia explicandole...
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