Fui a tomar un curso de "Modelos con Excel".
En ese lugar vi cosas que nada tienen que ver con un curso estándar, con un maestro estándar, con mi expectativa estándar.
Enumero:
- El curso incluía comida, y quien ofició de cocinero y de mesero fue el portero
- En un momento, entró un perro a la clase. Y el perró saludó a todos.
- El lugar daban en llamarlo 'centro de negocios', pero estaba pintado tal cual un jardín de infantes: colores chillones, muchos distintos en una misma pared, cada moldura de un color diferente
- En la sala de estar, fuera de las aulas, se vendían cuadros
- El maestro tenía el pelo pintado de güero
- Su clase se limitaba a leer lo que decía su presentación. Luego de cada oración que leía repetía: "ya lo vieron? ya lo vieron? sí, verdá?"
- En el baño, las toallas estaban cosidas al toallero.
- El jabón no era ni en pastilla, ni líquido. Era un cilindro gigante, de unos 15 centímetros de diámetro y 20 centímetros de alto, al cual había que agarrar y frotar para que largara su esencia pero... se veía tan viejo que se había convertido en un tronco turquesa seco y contorneado, grotesco.
México DF, 15 de febrero de 2007
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