La anciana tenía unos 90 años: su ropa, su prendedor en la solapa del sacón, el bastón. Estaba caminando al punto máximo de su velocidad, a punto de caerse, tomada del brazo de una niña de unos 15 años: pantalón de mezclilla, sudadera estampada, look despeinado. La niña caminaba al punto mínimo de su velocidad: estaba a punto de caerse; de tan lento que avanzaba sus pies tropezaban consigo misma.
Alrededor de ellas había un halo.
Piazza Navona, Roma, septiembre 2007
No hay comentarios.:
Publicar un comentario