Yo estaba sentado en una de las salas de abordar del aeropuerto, leyendo "Doce pruebas de la inexistencia de Dios", de Sebastien Faure, y al lado vino y se me sentó una monja toda vestida de blanco. No creo que lo haya hecho a propósito. Por las dudas, seguí leyendo tratando de esconder la tapa.
Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México,
Benito Juarez, mayo 14, 2009
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