El niño de 2 años, de visita con sus padres, le dice al niño de 5, hijo de la dueña de casa.
- ¡Mío! – y en su mano tiene un autito de juguete que pertenece a la colección del anfitrión.
El de 5 le sonríe y con didáctica paciencia preescolar le aclara:
- No; “mío” no: mío – y se señala él mismo -, porque está en mi casa, pero como yo soy bueno, te lo presto.
El de 2 lo mira con el ceño fruncido.
Nicolás Pascoe (5) y Lucas Álbez (2), México DF, 2009
1 comentario:
¡Amo a Nico!
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