En México acaban de abrir un museo increíble. Se llama “Museo de la Memoria y la Tolerancia”. Emocionado, se lo platico a un amigo. “Qué bueno”, dice él, “porque allí es donde debería estar la tolerancia: en un museo”. Sospecho algo, pero no estoy seguro de a qué se refiere. Por correo electrónico consulto a su esposa. Ella me manda un link donde dice:
Tolerancia:
No se trata más que de una suerte de resignación a convivir con un "equivocado". Y esta resignación está basada más bien en la precariedad de las capacidades de ataque necesarias para actuar en contra del "equivocado" que en una saludable intención de vivir en armonía. Hablar de tolerancia hoy es en realidad hablar de una "negación postergada" del otro (Maturana:
http://es.wikipedia.org/wiki/Humberto_Maturana). Postergada porque hoy te "aguanto" pero sólo hasta que dure mi paciencia. Y cuando se trata de grandes conglomerados políticos o países, esa paciencia es inversamente proporcional al potencial bélico.
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