Una amiga nos invita a participar de una exposición. Dice que aún no está confirmada, pero que estemos preparados.
Días después nos escribe para decir que la expo se confirma.
Contentos, empezamos a preparar todo.
Al poco tiempo escribe para decir que “siempre no”, que no se hace.
Muy desilusionados, empezamos a desarmar todo lo que habíamos preparado.
Ella vuelve a escribir y dice “¿qué creen? Que al final sí, se hace”.
Así que retomamos labores, nos preparamos, otra vez en campaña.
Llega su cuarto correo (creo, porque perdí la cuenta) y en el Asunto dice “ahora sí: confirmado”. Y en el cuerpo del correo reza: “se cancela”.
Ciudad de Puebla, México, enero 2011