2011-08-15
En los cumpleaños de 15 que me tocó asistir en los últimos años, las quinceañeras hacen un discurso donde agradecen a sus seres queridos por haberlas acompañado, hasta la fecha, en sus vidas. En la mayoría de los casos, hay unas hermosas palabras hacia su madre, en donde la quinceañera declara, siempre, que “nunca la va a olvidar”. Mi punto es: podrán quererlas más o menos que al papá, la mamá le pegaría de chiquita, le diría estúpida, o le haría mimos y le diría “mi nena linda”, pero sea como fuere que la madre las tratara, ya todos sabemos que nunca la van a olvidar. ¿Cómo mierda la van a olvidar? ¡Es la madre, por el amor de Dios!
At 15-year-old girl birthday parties, in the last years, I have noticed that the “quinceañeras” make a speech in which they thank their beloved beings for having accompanied them in their lives. In most of the cases, there are some beautiful words for the mother, in which the quinceañera always declares that “I never forget you”. My point is: they can love their mothers more or less than their fathers, the mother could have bitten her up when she was little, call her ‘stupid’, or gently pad her head and call her ‘my beautiful baby’, but whatever happened, we all know that she’s not going to forget her mother. How the hell is she supposed to forget her? It’s her mother, for God’s sake!
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