2012-09-20

Por experiencia mi amigo sabe que, si pregunta directamente las cosas, la gente responde lo que presume que él quiere escuchar. Y eso le caga. Porque él pregunta porque le interesa saber, no porque necesite complacencia, y le gusta que la gente se explaye.

Decide preguntarle, a un taxista de Puebla, qué piensa él de un pueblito que está a mitad de camino entre Ciudad de México y Puebla:

- ¿Conoce Río Frio?

- Sí – dice el señor, no muy seguro de lo que eso implica.

- ¿Y?

El señor repite:

- Sí.

Mi amigo pregunta:

- ¿Qué hay ahí, eh?

El señor lo mira y sonríe porque realmente no está preparado para ese tipo de pregunta.

- ¿Es un pueblo? – dice mi amigo.

- Sí.

Ya vio que con su método no consigue más información que con el método tradicional, entonces pregunta:

- ¿Y es lindo?

- Sí.

End of conversation.

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