No sé si fue culpa de él (por ser tan mal fotógrafo) o de ella (por no
abortar la misión, siendo que era ella quien veía en la dirección en que se
amontonaba la gente). Lo cierto es que
él estuvo más de un minuto atorando a más de 30 personas en el pasillo del
fuerte, para sacar tan sólo una foto que salió terriblemente movida.
Éste fue uno de esos momentos en los que NO PHOTOGRAPHY ALLOWED hubiera hecho todo el sentido del mundo.
Amber Fort, Jaipur, Rajastan, India, noviembre 2013
No hay comentarios.:
Publicar un comentario