Fuimos a
comer a un restaurant en Manhattan donde supuestamente había comida
española. La comida resultó ser una
mezcla de Cuba con interpretación norteamericana. Fuimos víctimas de un vil engaño. Y no era para sorprenderse, pues el lugar se
llamaba “El Castillo de Jagua” y en la tapa de su menú mostraba un castillo que
resultó no ser el de Jagua (el cual puede verse en la foto siguiente). Yo creo que la foto era de algún castillo en
la frontera entre Alemania y Suiza (con lo cual puede establecerse una relación
poética entre una comida que dice ser española pero es ameri-cubana, y un
castillo que presume ser español pero es suizo-alemán). En resumen: la comida
no era española, pero la descolocación conceptual era coherente.
Manhattan, New York City, junio 2014
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