El conductor del autobús viene escuchando una música horrible. No quiero levantarme a pedirle que por favor la cambie, porque me choca ser siempre el gruñón, el que se queja de todo y los demás miran cuando hace su descarga; como si fuera el único al que le molesta cuando en realidad todos están sufriendo ¡y nadie toma la posta! Encima, si me voy a quejar, me escuchan el acento y lo primero que piensan es “pinche argentino”. Pero no piensan que a ellos les está molestando la música y yo soy el único que se ha tomado el trabajo de hablar en nombre de todos y…
- ¿¿¿Puede poner otra???
Desde la parte de atrás del micro, mientras estoy pensando todo esto, una señora ha gritado.
Y el conductor cambia la canción.
México TAPO – Puebla CAPU, 2013
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