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Vuelo Torreón-México DF.

Ella era cubana. Treintañera. Estaba HOT.

Él era un norteño guapetón, de unos diecisiete años.

Ella decía que era modelo.

Él, jugador de fútbol-soccer.

Estaban sentados detrás de mí, y yo los oía conversar.

Él dijo:

- Lo que trato de que nunca se me olvide cuando viajo, es mi perfume.

- Haces bien - lo aprobó con cachondez -. Un hombre sin su perfume, no es nada.

En el cielo, de Torreón a México DF, 23/11/2007