Mi amigo ve
un par de escaleras en el templo y corre por ellas hacia arriba. Al llegar, se da cuenta de que las escaleras
no comunican a ninguna puerta, ni pasadizo, ni ofrece una vista especial de
nada.
- Esa
escalera no lleva a ningún lado- sentencia, enojado, a su descenso.
Yo espeto:
- ¿Por qué
todo tiene que llevar a algún lado?
Ellora
Caves, Maharastra, India, noviembre 2013
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