foto: Máximo González
Después de mucho andar (correr, en realidad) me tomo un espacio de tiempo para contemplar a mi alrededor. Veo que hay mucha gente que, con más frecuencia que yo, se toma su momento para reflexionar. Se sienta tranquila en una plaza, o en la puerta de la vecindad, se toma un helado sola, se sienta en una banca saliendo del trabajo, o se recuesta en una pared tan sólo a ver gente pasar.
Consciente o inconscientemente, la gente se toma su momento para reflexionar. Quizá reflexionan con muy poca información (pensarán algunos), pero también es muy poca la que tiene uno. Y sin embargo, sacamos nuestras propias conclusiones.
Plaza de Santo Domingo, México DF, agosto 30, 2012