foto: Sofía Buenader
Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Ya todos han hecho migraciones y han pasado por el duty free shop. Están listos para partir (argentinos y extranjeros). Varios se acercan a la Casa de Cambio.
Un matrimonio dice que quiere vender sus pesos argentinos.
- ¿Argentino o extranjero? – le pregunta la empleada del lugar.
- Españoles – dice el hombre. Muestra su pasaporte.
- Para cambiarle necesito el comprobante de compra de los pesos - dice ella.
- Tengo el ticket que me dio el cajero automático – dice él.
- No – sentencia ella -. Debe ser el comprobante de extracción de un banco o de una casa de cambio.
Abreviemos todo lo que dijo el hombre, secundado por su esposa. Varios extranjeros más se acercan para cambiar sus pesos todos con nulos resultados (decir ‘escasos’ sería una exageración). El desconcierto se ve agravado por la dificultad de interpretación que tienen los extranjeros (la empleada sólo habla castellano).
Pienso en positivo: la idea del gobierno no es evitar que se lleven los dólares, sino tratar de que se lleven los pesos.
Ezeiza, Prov. Buenos Aires, Argentina, enero 2012