2007-12-23
Estábamos en un cocktail durante la Feria de Arte de Miami.
Había gente muy bien vestida, pretensiosísima, y todos parecían saber algún secreto de los demás.
Mi compañero de plática circunstancial me señaló a un tipo en un rincón más allá de la sala.
- ¿Ves a ése? Está deprimido.
Miré al sujeto tratando de adivinar si tenía el look 'mal de amores', pero no podía vislumbrar nada.
- Acaba de cumplir 35 - me dijo mi interlocutor -: su plan de vida era tener un billón de dólares a los 35, pero sólo llegó a 740 millones.
Yo no estaba mal vestido: pantalón y camisa claros, mocasines, lentes de sol.
Me acerqué a una señorita que estaba a mitad de cuadra, no sé si esperando a alguien, un taxi quizá, y le pregunté, con el único afán de obtener información:
- Disculpe, ¿sabe dónde se encuentra el Office Depot? - se lo pregunté en inglés, el que creí entender era su idioma natal.
Por algún motivo, ella temió lo peor. Se arrojó entre los autos, cruzando, desesperada, mirando hacia atrás, huyendo de mí pero al mismo tiempo contestándome:
- Excuse me! I don't know anything! I am absolutely NOT from here! (*)
Insisto: yo creo que no me veía mal.
(*) "¡Lo siento! ¡Yo no sé nada! ¡Absolutamente NO soy de aquí!"
2007-12-13
Realmente, se me complicó un poco entender cómo sacar agua del lavatorio del baño del avión, sobre todo porque el cartel explicativo estaba a la altura de mis testículos y no había lugar suficiente para agacharse a leerlo. Tuve que ir por la cámara, fotografiarlo, y entonces leerlo.
2007-11-09
2007-10-13
Alguien me había contado que ella tuvo serios problemas con su compañero de cuarto, allá en Nueva York.
El tipo era un borracho perdido, demente, un verdadero peligro, incluso había intentado violarla una vez.
Cuando la conocí, surgió el tema de su salida de dicho apartamento compartido.
Yo hice como que no sabía nada, y le pregunté por qué había sido.
Ella no podía decirme que su ‘roommate’ era un ‘fucking drunkard’ o un ‘crazy bastard who had tried to rape her’.
Ella se vio muy gringa ‘politically correct’, y se limitó a decirme:
“My roommate had a drinking problem”.
Originalmente les decían: “paralíticos”.
Luego se entendió que la palabra era, además de chocante, inapropiada, entonces se empezó a decir “lisiado”.
Y como en todo, con el afán de mejora permanente, vino luego una seguidilla de términos que se fueron sucediendo así:
- “inválido”El jueves pasado, en una entrevista por TV a un licenciado que hablaba sobre el tema de la discriminación a las personas con este tipo de problemas, el entrevistado, en su afán por mantenerse políticamente correcto, se refirió a ellos como “personas con discapacidades diferentes”.
- “minusválido”
- “discapacitado”
- “persona con capacidades diferentes”
No podemos juzgarlo, realmente está fácil confundirse, ¡sobre todo con el nervio de la entrevista por TV!
Para su información: la nueva es “personas con capacidades no aparentes”.
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2007-10-11
No hacía más de 5 minutos que estábamos hablando con estas dos chicas españolas, que acabábamos de conocer en ese mismo restaurant.
De repente mi compañero les pregunta a quemarropa:
“¿Ustedes son lesbianas?”
Las chicas no quieren verse mojigatas ni declararse ofendidas. Una de ellas decide salir al ruedo y le dice:
“¿No puedes decirlo con sólo mirarnos?”
Mi compañero levanta las cejas excusándose y argulle:
“Creo que es muy pronto para intuirlo”.
Así rezaba la publicidad de la pizzería a la que fuimos en Nápoles:
"La única y antigua familia de 21 hijos todos pizzaioli" (los que hacen las pizzas)
Lejos de admirarme, no pude evitar sentir lástima por ellos.
¡Qué hueva de gente!
¿De qué chingados hablan cuando se juntan?
No hay ni un doctor, ni un abogado, ni una secretaria... ¡Todos pizzaioli!
Un atentado a la evolución de la especie.
2007-07-20
Eran un joven y una señora. Estaban en el metro. Hablaban indígena.
- Juana vichi yana vichi - decía ella.
Qué interesante, pensé.
- Juana vichi yana vichi - repitió.
Siempre, en un idioma desconocido, parece que la gente dice algo interesante.
Ellos tenían ropa típica, colores vivos, indumentaria cómoda. ¿De qué pueblo perdido vendrían?
El joven se deja convencer por la señora. Abre su morral y saca una Coca-Cola de 600 ml, empezada, y se la muestra.
Ella insiste:
- ¡Tojuana vivi vichi!
Hasta que él saca otra botella igual, con un poco más de líquido. Ella sonríe y se la arrebata de las manos.
Los dos beben; cada uno de la suya.
Junto a mí conversaban dos señoras, y decían que a la chica "le había dado el surmenage".
Recordé entonces todas las historias que de niño mi mamá y algunas amigas (más grandes que yo) me habían contado sobre el dichoso surmenage.
Ahora a todo el mundo le da por la 'depresión' y la 'ansiedad'.
Creo que el surmenage sonaba mucho más lindo; tenía estilo.
Hay que volver a ponerlo de moda.
Un día en mi camino a la oficina, mientras salía del metro, me las crucé.
No quise ni imaginar qué deprimente pudo haber sido su momento.
Ellas, abrazadas como su último recurso, recién acabadas de salir del llanto.
De fondo sonaba el organillero (desafinado como siempre) y mucho más allá, un auto de juguete con sirena propulsado por un globo. El cielo, clara a punto de lluvia.
Iban a refugiarse al metro.
2007-07-19
Siempre me pregunté cómo hacían para guardar esos barquitos en las botellas.
Hasta que vi la película "El buen pastor" (dirigida por Robert de Niro, protagonizada por Matt Damon) y entendí cómo está el asunto.
Le platiqué del secreto a un compañero en el trabajo y me dijo sorprendido:
"¿No lo hacen con hormigas entrenadas?"
Luego se lo platiqué a una chava, y ella dijo con desilusión:
"Siempre creí que era un ejército de hadas".
México DF, junio 2007
Ya había visto a los fakires en el metro.
Pero esta vez fue una experiencia mucho más allá.
Sus cuerpos estaban llenos de cicatrices, de todos los tamaños y antigüedades, desde el queloide aberrante hasta la cortadura supurando en vivo, que atemorizaba a todo aquel junto a quien pasaba y que ahí mismo se hacía más grande, mientras el chavo trataba de quebrar, con su codo desnudo, una botellita de Coca-Cola envuelta en su playera.
Lo más impresionante del espectáculo fue el hedor rancio que emanaba de sus cuerpos, atravezando todo el vagón, superando cualquier destreza, cualquier herida sangrante, cualquier amenza a la salud.
México DF, junio 2007
En el consultorio, mientras la doctora me entrevistaba, mis ojos se entretenían todo el tiempo con un objeto verde y dorado sobre la pared. Así fue durante las 3 primeras sesiones. Siempre que yo hablaba lo hacía repartiendo mi mirada entre ella y el objeto.
En la 4ta visita, cuando ella se levantó a buscar mis pastillas, advertí que se trataba de un cartel de metal verde, con letras doradas, sólidas, contundentes, que rezaba: "1ra vez: 300$, 2da vez: 250$"
2007-04-24
2007-04-04
El domingo 1ro de abril cambió el horario en México.
Todos los relojes se adelantaron 1 hora.
Esto quiere decir que cuando antes eran las 6 de la mañana, ahora ya son las 7.
Mi juguero me dice:
- Yo no sé por qué cambiaron el horario. Yo no sé a quién le sirve.
Yo intento explicarle que hay estudios super comprobados al respecto, acerca del ahorro de energía derivado de reducir las horas de trabajo nocturno, así como reducir el consumo en los hogares, y que ésta es una práctica que aplica en la mayoría de los países desarrollados.
Él argulle:
- No sé, pero a mí sí me afectó el cambio de horario. La gente que antes pasaba por aquí y se compraba un jugo, como ahora pasa de noche, se le antoja más un atole.
2007-04-02
2007-03-29
Ella tenía un culo gigantesco (y feo) . Usaba uno de esos pantaloncitos bajos a la cadera, que dejan avistar el río tenebroso que hace de cada nalga un ser independiente.
Un chavo comentó:
"No sé cómo puede ponerse ese pantalón, si no tiene nada para mostrar!"
Otro lo corrigió:
"Claro que sí: tiene mucho para mostrar, pero poco de qué presumir."
2007-03-26
Fui a tomar un curso de "Modelos con Excel".
En ese lugar vi cosas que nada tienen que ver con un curso estándar, con un maestro estándar, con mi expectativa estándar.
Enumero:
- El curso incluía comida, y quien ofició de cocinero y de mesero fue el portero
- En un momento, entró un perro a la clase. Y el perró saludó a todos.
- El lugar daban en llamarlo 'centro de negocios', pero estaba pintado tal cual un jardín de infantes: colores chillones, muchos distintos en una misma pared, cada moldura de un color diferente
- En la sala de estar, fuera de las aulas, se vendían cuadros
- El maestro tenía el pelo pintado de güero
- Su clase se limitaba a leer lo que decía su presentación. Luego de cada oración que leía repetía: "ya lo vieron? ya lo vieron? sí, verdá?"
- En el baño, las toallas estaban cosidas al toallero.
- El jabón no era ni en pastilla, ni líquido. Era un cilindro gigante, de unos 15 centímetros de diámetro y 20 centímetros de alto, al cual había que agarrar y frotar para que largara su esencia pero... se veía tan viejo que se había convertido en un tronco turquesa seco y contorneado, grotesco.
Ante una reunión intempestiva en mi trabajo, convocada con 2 días de anticipación, para un sábado a las 8 AM, en el hotel Camino Real, a título de comunicar una noticia muy importante en la empresa, mis compañeros y yo imaginamos la siguiente situación:
La cúpula directiva de mi trabajo le estaba dando largas a una decisión que debía haberse tomado desde hace tiempo.
De la oficina de Estados Unidos vino la orden de tomar la decisión YA. Y comunicarla oficialmente.
Pero cómo vamos a comunicarla, si los gerentes no tienen tiempo de asistir a ninguna reunión.
Háganla en sábado.
Pero los sábados no están disponibles las salas de reunión.
Háganla en un hotel.
Ya averiguamos, pero no hay salones disponibles.
Pues a la alberca. ¡Todos!
Dos compañeros del trabajo hablan sobre cómo se hundió el Titanic. El primero de ellos menciona teorías hidráulicas que vio en el Discovery Channel sobre la inviabilidad de que en realidad haya sucedido como la pélicula 'Titanic' (Kate Winslet & Leonardo Di Caprio) lo mostró. Él dice que se partió y se hundió (no levantó la proa antes de hundirse).
El segundo argulle:
- No creo que importe mucho cómo se hundió el Titanic. El director lo hundió como quiso, y puso a Leonardo Di Caprio para tener de su lado al público femenino (que le vale madres cómo puede hundirse un barco).
Bailarín 1 (es profesor de baile en el gimnasio)
Bailarín 2 (es alumno del anterior, y gimnasta de un espectáculo de acrobacias)
Ambos están fuera de la clase. Están en la sala de entrenamiento con pesas.
Bailarín 2 (elongando exageradamente, como siempre)
Bailarín 1 (se acerca a Bailarín 2 y, junto a él, levanta la pierna muy alto, como burlándose)
En ese momento se le caen unas monedas de su bolsillo. No se agacha para recogerlas.
Bailarín 2 se agacha, las recoge y se las da.
Bailarín 1: ¿Son mías? (haciéndose el tonto)
Bailarín 2: Sí. Se te cayeron.
Bailarín 1: Ay, ¿cuándo?
Bailarín 2: Cuando hiciste así (y levanta la pierna de la misma forma que Bailarín 1 lo hizo para burlarse de él, pero tan, tan alto, y con tanto, tanto estilo, que a su alrededor giran las cabezas para mirarlo).
Cuando vio que la grúa se llevaba su coche, salió corriendo de la estética donde le estaban arreglando las uñas de sus pies. Las tenía recién pintadas, todavía con algunos algodoncillos entre sus dedos. Se quedó parada en puntas de pie, sobre la banqueta de cemento, mientras el viento arrojaba una catarata de bugambilias fucsia a su alrededor.
En el baño de hombres, en la gasolinera de San Pedro Tlacotepec, Tlaxcala, hay una caja metálica cuadrada y despintada sobre la pared. No vende condones, no es un secador de manos.
La caja reza:
"Deposite una moneda de 5 pesos x persona. Oprima el botón verde y tiene 7 segundos para entrar".