2009-08-19



Él me platicaba sobre una pantalla modernísima que había diseñado, que funcionaba en diferentes planos de profundidad. Yo le comentaba que me gustaba mucho su diseño, y que ya lo había visto funcionar en alguna ocasión.

“Pero ahora encontré un software que me permite elegir en qué plano se proyecta cada imagen” – me dijo, entusiasmado.

“Qué padre” – dije yo –. “¿Y ese software, es comprado?”

“No. Es así” – me respondió él.

Gonzalo Albarrán, agosto 15, 2009



Dos hombres estaban entrando en una discusión que versaba sobre la moralidad y la ética. Uno de ellos, para ejemplificar un caso de responsabilidad asumida que luego falta a su palabra, dijo: “es como si Felipe Calderón (presidente de México) dijera…”. Y antes de que completara la frase el otro lo interrumpió para señalar: “¡Felipe Calderón no es parámetro de nada!”. El primero, tratando de volver con un argumento mejor, retomó su ejemplo: “OK, bueno, es como si Juan Pablo II dijera…”
México DF, agosto 15, 2009
La lavadora de mi amiga se me hizo super cachonda (perdón la calidad de las fotos).



Primero, tiene ciclos: regulares (cada 28 días) y de planchado permanente (nunca la sacan a bailar).



Luego, puede estar fría, tibia, o caliente…



Por último, lo que hace puede ser “sucio” o “normal”, pero sobre todo, es “EASY”…

Lavadora de Xochitl Aguirre, agosto 2009
Si bien la exposición de World Press Photo 2009 está muy bien, no pude evitar distraerme con estas curiosidades de la arquitectura moderna y hacer mi propia documentación periodística:



El pedazo de mampostería está sujeto del barandal, que se sostiene de la columna que está apoyada sobre la misma superficie que lucha por separarse (¿?)



Y por si esto fuera poco, el barandal se sostiene de una rama del árbol (¿?).

Museo Franz Mayer, México DF, agosto 2009
Intercambios significativos de estética gastronómica, si los hay.



Calle Allende, Centro Histórico, Mexico DF, julio 2009


Lateral de Insurgentes Sur, Colonia Escandón, México DF, agosto 2009


Mi amiga consiguió este libro en una librería del Centro Histórico. Según me enseñaron en la escuela, todo tema que vaya a tratarse, ficción o no, debe tener algún tipo de introducción antes de abordar el tema. Pero este librito no cuenta con tal… ¿o es la descripción inicial misma, la que invita al lector a pensar rápidamente en una ‘introducción’?








2009-08-03



Nuestro amigo Juan, venezolano, nos escribió un correo muy lindo para agradecernos todo lo que habíamos hecho por él en su último viaje a México: nuestras charlas, las comidas, el alojamiento, los consejos, el apoyo. El correo se me hizo muy bonito y se lo leí a mi amigo para que él supiera que cálidamente nos estaba agradeciendo. “Incluso dice Juan que siente que somos como sus hermanos” – le comento.

- ¿Quién es Juan? – me pregunta.

México, julio 2009



Esta publicidad televisiva comienza con la toma de la cara de una niña-señorita que muy sexy dice:

“Hola, me llamo Samantha, tengo 14 años y…”

Inmediatamente me horroricé porque pensé que la publicidad era algún tipo de publicidad de sexo por teléfono, pero por la apariencia juvenil de la muchachita, tenía rastros de pedofilia. Entonces la toma se hace más amplia y se ve que la niña está en silla de ruedas mientras dice:

“…y tengo cáncer en los huesos y estoy internada…”

El shock fue tan grande que la estrategia publicitaria fracasó: ya no me enteré de qué me querían hablar o convencer.

México DF, junio 2009



- ¿De qué color es la cerámica? – le pregunté.

Ella me respondió:

- Es color champán fuerte.

No pude aguantarme para descubrir cómo sería ese color, así que pasé rápidamente por el lugar donde se exhibía y descubrí que el color era lo que en mi pueblo llaman “color ladrillo”.

Barugel Azulay, Buenos Aires, julio 2009



La exposición estaba mal iluminada y mal colgada. Las obras eran totalmente aburridas, recontra-vistas. Era el día de la inauguración y no había nada para tomar. Encima, estaban preparando unos parlantes y empecé a temer que alguien pudiera aventarse algún tipo de discurso.

- ¿Qué te pasa? – me preguntó mi amigo.

- Vamos – le digo -. Esta muestra me hace mal.

Bella Vista, Corrientes, junio 2009


Vamos a cenar a una pizzería que se llama “El tano total”. La pizza: normal, nada del otro mundo. Voy al baño y los cartelitos en las puertas rezan “Hommes” y “Femmes”.


Bella Vista, Corrientes, junio 2009





Un muchacho en la caja del bar, que tiene toda la pinta de ser el hijo del dueño, le da órdenes a un mesero apocado, bastante mayor que él:

- Tomá, conseguí cambio – y le da un billete de 100$ -. No vayas al banco, porque ahí te tardás mucho: andá al kiosco o a otro lado. En menos de 10 minutos te quiero acá de vuelta, ¿entendiste?

El señor regresa en aproximadamente 8 minutos.

- Cómo te tardaste – le dice el muchacho, y al advertir su cara le espeta: - ¿qué? ¿no conseguiste?

El señor intenta dar una explicación inaudible y el otro lo interrumpe para decirle.

- Dale, andá al banco, pero no te tardés. Y si hay fila no entrés, metete en otro, ¿ok?

El señor se va y regresa, al fin, con su cambio. Junto a la caja, le va depositando de a uno los billetes al muchacho para que éste pueda ver que el cambio está completo. El muchacho rezonga:

- Dale, más rápido. ¿No sabés contar?

Buenos Aires, mayo 2009



En el ámbito de la prestación de servicios a un cliente ¿cuál es el límite para pedir una cosa que en realidad no se puede pedir?
Para ingresar al consulado me pidieron un documento personal con foto que no tuviera más de 10 años de expedido aunque el documento que presenté no tiene fecha de vencimiento. ¿Cómo puede alguien inventar un requerimiento así porque sí? Al fin de cuentas, aquí yo soy un cliente que requiere un servicio… Obviamente no me van a atender, así que me voy a pensar al bar de al lado…
Miro a mi alrededor y hay gente comiendo: ¿qué sucedería si le pido al mesero que me traiga un puré de papas bañado en café con leche? ¿Sería la misma situación cliente-proveedor? Hago un cuadro para poner las cosas más claras y me doy cuenta de que no: el documento de menos de 10 años es una condición necesaria que el proveedor dice que requiere para prestar el servicio y el café con leche sobre mi puré de papas es una condición necesaria que yo (cliente) digo que requiero para aceptarlo.
Como mi documento tiene más de 10 años y sé que el café con leche sobre el puré no me lo van a preparar, me levanto y me voy.

Buenos Aires, mayo 2009



Tenía 35 minutos sentado junto a la ventana del bar, contemplando todo lo que sucedía alrededor de mí. Mientras contemplaba, analizaba y sin poder evitarlo, juzgaba. El ejercicio fue tan intenso (incluía procesamiento de imágenes, voces, olores, sonidos que me traían recuerdos de tiempos lejanos) que me sentí abrumado ante la imposibilidad de distinguir lo bueno de lo malo y, entre todo lo que me rodeaba, me largué a llorar.

Calle Reconquista, Buenos Aires, mayo 2009