2009-06-18



Mi amiga me contó lo siguiente:

Una famosa escultora se enteró de que una de sus obras estaba siendo usada en el logo de un museo. Habló por teléfono con la institución y les dijo que, ya que iban a utilizar su imagen, por lo menos le compraran dicha pieza, que ya había estado en poder del museo durante muchos años. El museo accedió a comprarle la pieza. Tiempo después, durante una revisión administrativa, se descubrió que la escultura ya era propiedad del museo desde hacía 30 años, debido a que había sido galardonada con un premio adquisición y, de esta manera, formaba parte del acervo del museo.
Yo le cuestioné a mi amiga: ¿Y entonces? ¿Les devolvió el dinero?
Ella respondió: No, ya se murió. Pero el año que viene le hacemos un homenaje.
Junio 2009


“Everybody knows the truth, although some people do better at forgetting it.”

April to Frank, “Revolutionary road”, 2008



Había una joven utilizando la bicicleta fija en el gimnasio. Mientras ejercitaba, leía un libro. Una señora que por allí pasaba reconoció a la chica, se saludaron y acordaron ir a caminar por la costa en cuanto la joven terminara su sesión en el gimnasio. En vista de que el plan ya estaba armado, la chica intentó volver a su libro. La señora retrocedió y le dijo: “No te apures, cuando termines”. “Sí, claro”, dijo la chica. La señora volvió y aclaró: “Tómate tu tiempo”. “Sí, por supuesto”, confirmó ella. La señora amagó irse y volvió por lo menos 8 veces más. Una vez dijo: “No hay apuro”. Otra vez dijo: “Tranquila que yo me entretengo mientras tanto”. Luego: “Yo allí estaré, no te preocupes”. Y así sucesivamente. La muchacha no hacía más que verse interrumpida en su intento de ejercitar en la bicicleta mientras leía el libro. La señora exploraba una forma de apurar a alguien por medio de la repetición de frases que indican todo lo contrario.

Gimnasio del Sheraton Hotel, San Juan, Puerto Rico, abril 2009


Lo llevé al gimnasio y le hice hacer distintos tipos de ejercicio. Fui como una especie de personal trainer. La sesión fue buena. Me la agradeció.

Al día siguiente, y dada su habitual inactividad, presumí que iba a presentar algunos dolores musculares. Le pregunté: “¿te duele algo?”. “Sí”, me dijo entusiasmado. “¿Qué? ¿Los brazos? ¿Las piernas? ¿Los glúteos? ¿El abdomen?”. “No, el cuello”.

San Juan, Puerto Rico, abril 2009



Siempre me causó conflicto el uso excesivo que los norteamericanos hacen de las frases “excuse me” y “I’m sorry”. Puede uno estar en un supermercado, viendo los productos en una góndola, y la persona que pasa por detrás dice “excuse me” o “I’m sorry”, pasa y sonríe. ¿Por qué pide disculpas si no me tocó? ¿Por qué pide permiso si podía pasar sin tocarme?
Alguien me aclaró que “excuse me” y “I’m sorry” son la manera políticamente correcta de decir “get the fuck out of my way”.

Chicago, IL, september 2008



Yo vivía en el piso 26. Mi amigo en el piso 22. Él tenía internet. Yo no. Para no molestarlo y porque tenía que consultar urgentemente mi correo electrónico, bajé hasta la puerta de su departamento, me senté enfrente, abrí mi laptop, consulté el correo. Mientras lo estaba haciendo, una persona salió de un departamento, nos saludamos (sin conocernos) y se metió al elevador. Un minuto después, el vigilante de la entrada del edificio apareció. Se tranquilizó al reconocerme. Dijo que una persona le había reportado que, en su piso, había una persona en actitud sospechosa.
El mismo día, horas más tarde, caminando por la calle, un chico y una chica muy rubios y con dos sonrisas exageradamente grandes, se interponían en mi camino con una especie de actitud semi-cómica, semi-amigable, tratando de capturar mi atención pues querían hablarme de un programa de tratamiento del agua para salvar a unas especies acuáticas del lago. Sus gestos y su excesiva amigabilidad me dieron miedo. ESO es lo que yo considero una “actitud sospechosa”.

Michigan Ave, Magnificent Mile, Chicago, IL, mayo 2009



Entré al salón y pregunté quién era Dolores Menéndez(*).

- La que está allá – me dijo un muchacho muy amablemente y señaló al otro lado del salón.

En la otra punta había dos mujeres, muy diferentes. Quería preguntar ¿cuál de ellas? Pero sólo se me venían a la cabeza una catrallada de preguntas políticamente incorrectas como: ¿la gorda o la flaca? ¿la blanca o la negra? ¿la linda o la fea? No pude preguntar nada. Dolores Menéndez escuchó su nombre y ella misma terminó acercándose a mí.

Horas más tarde le platiqué a un amigo sobre este problema en la denominación dicotómica que debía evitarse porque siempre moría en una posición políticamente incorrecta. Él concluyó:

- No es para tanto. Podrías haber preguntado “¿la de la izquierda o la de la derecha?”

Me quedé callado. Reflexioné.

(*) nombre ficticio



- ¡David Alejandro! ¡David Alejandro! – gritaba la madre.
El niño se había escapado en medio del Aeropuerto de Miami y ella estuvo buscándolo por varios minutos. Finalmente el niño apareció cuando su madre, en pleno ataque de nervios, estaba comenzando a mostrar las primeras lágrimas. Tenía unos 8 años. La miró fijo y le gritó:
- ¡Te lo mereces!
La empleada del Starbucks, con acento centroamericano, concluyó mientras me entregaba mi café:
- A mí, ese mocoso no me trata así.

Miami International Airport, abril 2009



Luego del paseo por el Cementerio de la Recoleta concluí que no es ningún honor estar muerto y enterrado en Recoleta. Es mucho mejor estar vivo y decir que seguramente, cuando uno muera, va a ser enterrado en Recoleta.

Buenos Aires, mayo 2009


Estaban recordando la anécdota del nacimiento de la bebé de una amiga en común. Cuando la madre la amamantó por primera vez, al despegarse, vio que la niña tenía sangre en la boca y llamó a las enfermeras que vinieron corriendo para ver si se trataba de algún tipo de hemorragia. Entonces descubrieron que lo que en realidad había sucedido era que la niña había nacido con unos pequeños dientes y la sangre correspondía a la teta de la madre (la niña había estado masticándola).

Relatado por Mati Obregón, Buenos Aires, mayo 2009



“But now Sister James, I have such a doubt. ¡I have such a doubt!”

Sister Aloysius Beauvier to Sister James, “Doubt”, 2008



- ¿Cuánto están los cuartos? – preguntó mi amigo.
- Depende: hay de 100 y de 150. Los de 2 personas 100 y los de 4, 150. Después hay uno más grande, que es tipo departamento, que sale 200.
- ¿Tiene cocina?
- No, ninguno tiene cochinet*

* entendimos que al decir cochinet quería decir en realidad kitchenette, como localmente se describe a una cocina pequeña en un espacio habitacional.

Hotel La Argentina, Av. De Mayo, Buenos Aires, Argentina, junio 2009



Paseando por la costa del río descubrimos un montón de basura. Yo me quejé con mi amigo (habitante local) y comencé a tratar de proponer soluciones para limpiar la ribera. Él encontraba para todo una excusa por la cual, cada solución que yo proponía, terminaría sin funcionar. Yo estaba cada vez más agitado e insistía en encontrar la solución político-social para acabar con el problema de la basura.
- ¿Sabés qué? – me dijo él -. Vos no podés estar en todo… Lo que vos necesitás es una modelo que esté todo el tiempo retocándote la base…


Alberto Bernachea, Bella Vista, Corrientes, junio 2009


Él me cuenta que cuando tenía 9 años plantó, en el jardín de su casa, un árbol de la especie coloquialmente llamada “paraíso”. Un verano, una peste afectó a todos los paraísos de la zona y el árbol murió. Mi amigo se resistió a que lo talaran hasta que no tuviera decidido un fin concreto para la madera de su árbol. A la fecha, el árbol sigue de pie y él, con pesadumbre dice: “la peste mató mi paraíso”.

Máximo González, Bella Vista, Corrientes, junio 2009

2009-06-16













Iba con 2 amigos caminando por la calle. Todos en nuestros 30 y pico, pero muy bien conservados. Llevamos ropa actual, cortes de pelo casuales, un andar jovial. Un nene de unos 8 años se asoma desde un autobús escolar y nos grita: “¡Viejoooos!”.

Buenos Aires, junio 2009










Me quejo con la cajera de Carrefour porque me cobraron mal una sopa. Me dice que de nada sirve que me queje con ella, que vaya y me queje en Atención a Clientes. Voy a Atención a Clientes y trato de explicarle a la señorita el error en la facturación. Ella se pone necia y me dice que no puede hacer nada, que vaya y me queje con Carrefour.

Supermercado Carrefour, Monroe y Arribeños, Buenos Aires, Argentina, 14 de junio 2009
Lo más perverso es que te guste alguien del otro sexo, pero feo, y no alguien del mismo sexo, pero lindo.





















De “Los años noventa”, Daniel Link, Adriana Hidalgo editora














Cuento del cocodrilo y la madre:

- Si puedes predecir lo que te voy a hacer, te devolveré a tu hijo.
- Te lo comerás.
- Pensaba devolvértelo, pero puesto que te has equivocado, voy a comérmelo.
- No puedes, ya que si te lo comes, en ese caso yo estaba en lo cierto, entonces debes devolvérmelo.
- Sí puedo, ya que si te lo devolviera, entonces te habrías equivocado. Y ante tu equivocación, lo prometí, debo devorarme a tu hijo.

De “Los años noventa”, Daniel Link, Adriana Hidalgo editora














Yo miento, yo siempre miento.

Salida al infinito por el metalenguaje. En el enunciado “yo miento” hay dos niveles superpuestos. Porque si estoy mintiendo no puedo, a la vez, estar diciendo la verdad.

De “Los años noventa”, Daniel Link, Adriana Hidalgo editora


Ante la inminencia de salir a la calle, la muchacha dijo: “creo que salí desabrigada…”

Mi amiga se molestó por su actitud y sentenció: “Se dice ‘tengo frío’ o ‘NO tengo frío’. Pero eso de decir ‘salí desabrigada’ son cosas de mi abuela”.

Mati Obregón, junio 2009




Conocí una pareja de checos en Chaco (ellos eran de República Checa y estaban en el Chaco, Argentina). Habían salido de Praga en noviembre 2008 y estaban paseando por Latinoamérica desde entonces. Su expedición duraría un año entero: había empezado en el sur de Argentina y terminaría en la frontera norte de México. Les pregunté por qué habían decidido por Latinoamérica, ¿por su cultura, por su clima, por sus paisajes? Ellos respondieron: era la manera más práctica de conocer muchos países sin tener que estudiar 20 idiomas diferentes…

Resistencia, Chaco, Argentina, junio 2009


“De lo único que tengo culpa, es de no ser judía”.

Mati Obregón, junio 2009



Foto: Alejandro Kuropatwa


La visita escolar guiada al museo se transformó en un montón de risitas y comentarios. La maestra que, acompañaba a los alumnos y la guía, les cuestionó: “¿De qué se ríen? ¿De que está desnuda? ¿O de que tiene el botiquín completo?”


Museo Juan Ramón Vidal, Corrientes Capital, mayo 2009



Foto: Alejandro Kuropatwa



Foto: disparador automático


Foto: Alejandro Kuropatwa


Mi amiga estaba colgando la muestra fotográfica de Alejandro Kuropatwa. Cuando colgó este retrato, una señora que por allí pasaba se le acercó para comentarle: “Yo conozco a esa señora; su cara me es muy familiar; ¿quién es?”. Mi amiga le dijo “Stella Artois”. “Ah”, dijo la señora, “ya me parecía”.

Museo de Bellas Artes Juan Ramón Vidal, mayo 2009



Mirando la terraza de la vecina concluí que:
- su perrito come variado, o
- el proceso de oxidación de su caquita tiene un efecto significativamente cromático

Corrientes Capital, Argentina, junio 2009


I asked my friend what was the purpose of this boardwalk that went all the way from the street to the lake. He sentenced: “America is very concerned about the equality of oportunities for everyone. People in wheel chairs should have the same posibilty to reach the shore and drown themselves to death without anybody’s help”.

Anonymous, Chicago, IL, September 2008



Río Paraná, Bella Vista, Corrientes, Argentina, junio 2009







Río Paraná, Bella Vista, Corrientes, Argentina, junio 2009




Los campesinos miraban con cierto humor el paso del cargamento por el cauce del Paraná. Habiendo visto los estragos en la economía local, yo tuve un asomo de apocalipsis.

Bella Vista, Corrientes, junio 2009


El caño sirve para desagüe, pero en este caso funciona como sostén de los restos de cabina de un camión que sirve para amarrar un bote.
Se invita a los especialistas en semiótica a participar de semejante desafío interpretativo.


Río Paraná, Bella Vista, Corrientes, junio 2009



Río Paraná, Bella Vista, Corrientes, junio 2009


¿Falso piso o falso terremoto?

Hotel Costanera Resort, Corrientes Capital, Argentina,

8 de junio 2009



Bella Vista, Corrientes, junio 2009


¿Poesía visual o concreta?


Bella Vista, Corrientes, junio 2009



La imagen me pareció un poema innecesariamente rimbombante: trata de llevar a lo más alto algo que en realidad es basura y, a la hora de cumplir su legítima función, el sentido de las partes se malinterpreta.

Bella Vista, Corrientes, junio 2009



Bella Vista, Corrientes, junio 2009



El modelo nuevo de sobrevolaba, orgulloso (al igual que su etiqueta con el precio) las plantas del vivero.



El modelo viejo estaba tumbado, muerto de vergüenza, bajo una banca donde se echaban los clientes a descansar.

Bella Vista, Corrientes, junio 2009


Foto: Anibal Grané



Foto: Nicolás Trombetta

Cuando vi la máquina de escribir en ese estado me acordé de dos cosas:
- Hace mucho que no escribo
- Quizá el fotógrafo me vio de esa manera cuando me hizo este retrato en enero 2002

2009-06-05



Bella Vista, Corrientes, junio 2009



¿Para qué invirtieron tanto en firuletes para la puerta si al final iban a reventar la línea de diseño con una ristra de culos de botella rotos y amurados?

Bella Vista, Corrientes, junio 2009


La competencia ‘ornamental’ entre Naturaleza y Diseño era severa. Difícil ser juez.
En cuanto a ‘funcionalidad’, cada uno tenía su propia responsabilidad.

Bella Vista, Corrientes, junio 2009



Junto a una puerta (que no se veía como casa pero tampoco como negocio) encontré este cartel. Me explicaron que era un lugar donde hacían masajes y kinesiología. Creo que hubiera pensado lo mismo si no me lo hubieran explicado, pero igualmente tendría una duda: ¿por qué el paciente levanta la patita?


Bella Vista, Corrientes, junio 2009