2009-06-18



Mi amiga me contó lo siguiente:

Una famosa escultora se enteró de que una de sus obras estaba siendo usada en el logo de un museo. Habló por teléfono con la institución y les dijo que, ya que iban a utilizar su imagen, por lo menos le compraran dicha pieza, que ya había estado en poder del museo durante muchos años. El museo accedió a comprarle la pieza. Tiempo después, durante una revisión administrativa, se descubrió que la escultura ya era propiedad del museo desde hacía 30 años, debido a que había sido galardonada con un premio adquisición y, de esta manera, formaba parte del acervo del museo.
Yo le cuestioné a mi amiga: ¿Y entonces? ¿Les devolvió el dinero?
Ella respondió: No, ya se murió. Pero el año que viene le hacemos un homenaje.
Junio 2009

1 comentario:

JTô dijo...

El arte no se vende, está por encima de lo material - pero los artistas tienen la mala costumbre de comer :P

Una que cobró dos veces por tantos genios muertos de hambre, no deja de ser un cuento sin moraleja...