2008-08-28



En Estados Unidos las leyes son muy estrictas: los bares deben cerrar a las 3 a.m. y tampoco se puede servir bebida alcohólica después de esa hora. Por ello, a las 2:50 a.m. suena una campana, la de la “última llamada para alcohol”, y todos aquellos que quieran un último trago deben correr a comprarlo y tomarlo antes de las 3.
A las 2:55 a.m. los meseros comienzan a pasar frenéticamente entre la gente tratando de recoger los últimos vasos, gritando “drink fast” o “drink up”.
A las 3 a.m. en punto todos están en la calle... Claro: con mínimo 2 cervezas adicionales cada uno que acaban de tragarse a las apuradas y que recién comienzan a hacer el mejor de sus efectos.
Es interesante ese concepto de evitar los excesos procurando provocarlos.

No hay comentarios.: