2012-12-03


"No quiero bailar" - dije un día.

Fue entonces que me di cuenta de todas las implicancias de bailar: sudar, cansarse, ser acosado, sufrir lesiones, tener que bailar con gente con la que uno no quiere bailar, ser juzgado por el movimiento, bailar una canción que no te gusta (a la espera de otra que sí), dejar el trago si la pista está muy llena o la música muy movida, aguantar pisotones, empujones, volumen excesivo, entre otros.

Con razón hay tanta gente que no baila.

México, septiembre 2006

No hay comentarios.: