2014-07-15


De niño, en mi casa de Buenos Aires los tirábamos porque crecían como mala hierba.  Se imponían a todas las demás especies, transformando un jardín de frutos en una isla de espinas.  Aunque sabíamos de todas sus propiedades curativas, cicatrizantes y purificadoras, igualmente eran abrumadores.

Si hubiera sabido que en Toronto se pagaban 1.99 c/u + TAX, de niño hubiera persuadido a mis padres de comenzar una pyme de exportación.

Toronto, mayo 2014

No hay comentarios.: