- En la estación de trenes los sistemas de Córdoba no estaban conectados con los de Madrid, por lo que si quería comprar un boleto de Córdoba-Madrid y otro Madrid-León, podía comprar el primero pero el segundo debía comprarlo en Madrid.
- Una pareja cordobesa en sus 30 y tantos años de edad nos comentó que “lo último que entraría a nuestra casa es un ordenador”
- En el hotel, cuando preguntamos dónde podíamos conectarnos a Internet, nos enviaron a esta especie de cajero automático.
.png)
Córdoba, España, julio 2008
No hay comentarios.:
Publicar un comentario